Hoy en la clase amarilla ha brillado el sol, todos estábamos contentos y hemos disfrutado de un magnífico día en compañía de nuestros compañeros.
Comenzamos la mañana con un poquito de movimiento…, les encanta el juego de «lluvia de pelotas». Corremos, lanzamos, calculamos distancias entre la canasta y nosotros, jugamos a diferenciar las pelotas por colores y sobre todo lo pasamos fenomenal.
En asamblea hemos decidido que las propuestas de juego de la mañana serían: coches, peluquería y médicos.
El juego de nuestros niños y niñas es cada vez más social, durante la sesión de juego no han parado de hablar unos con otros, de compartir juguetes y a la vez experiencias, y todo esto además en un clima de lo más cordial. ¡Nuestros amarillitos están creciendo muuuuucho! 😉
Tras la recogida de materiales, en la que todos participamos gustosos, comemos un rico plátano que hoy Paula es la encargada de repartir como una de sus funciones de súper-ayudante. Cantamos canciones, charlamos, y aprendemos a esperar…, qué importante es saber esperar. Les explicamos que hay muchos momentos de la vida en los que tenemos que esperar un poquito: cuando vamos a la tienda, en el médico, en la parada del autobús…
Cuando acabamos de hablar sobre este tema tan interesante, pasamos por el baño y nos vamos directamente al parque. Este es uno de nuestros espacios preferidos del centro, y sin darnos cuenta, en él estamos trabajando múltiples habilidades básicas que son fundamentales para el desarrollo general de nuestros niños y niñas. Aquí os dejo algunas fotografías para que comprobéis la estupenda mañana que hemos disfrutado:
¡Hasta mañana!