Poco a poco, y sobre todo con la próxima semana tan rara que tenemos (sólo dos días de cole), estamos introduciendo algunos aspectos relacionados con la Navidad. Queramos o no, son muchos los factores culturales que giran en torno a estas fiestas, nuestros niños y niñas llegan al cole cada día contando cosas que perciben en casa, en la tele o en la calle. En tarde cooperativa ya les contamos hace unas semanas, que entre todos participaríamos en la construcción de un árbol de los deseos para nuestro pasillo de infantil. Pues bien, esta semana nos hemos puesto manos a la obra, y cada una de las clases han participado pintando de verde algunas cajas de cartón que entre todos «montaremos» el viernes. Hemos pintado estas cajas con rodillos y témpera verde, y lo tenemos todo preparado para la sesión de montaje.
Por otro lado…., hemos iniciado también la elaboración de nuestra carta de los deseo. Esta es una labor «casi imposible» (en la clase naranjita, jajaja) ya que nuestros niños y niñas tienen mucha dificultad para comprender en qué consiste realmente el deseo que les pedimos. «¿No puedo desear un juguete?, pero si eso es lo que yo deseo…..». Para tratar de aclarar un poco este concepto tratamos los siguientes puntos:
- Un deseo no se puede tocar
- Tampoco se puede comprar
- Debe ser algo bueno y/o bonito para alguien de nuestra familia, nuestros amigos o para nosotros mismos
- Deseamos algo que queremos que suceda de verdad
Como véis, es un trabajo dificil para nuestros niños y niñas, y que les ha
dado más de un quebradero de cabeza (estaban graciosísimos pensando y pensando hasta encontrar ese deseo).
Hoy hemos dedicado la sesión para escribir nuestro nombre en el sobre y pensar nuestro deseo y escribirlo en la tarjeta (como ya os he contado, nos ha llevado bastante tiempo….., contando además con que este ha sido un trabajo individual conmigo). Además, hemos aprovechado esta actividad para realizar el seguimiento de la «Entrevista alfabética», en el que pedimos a cada niño/a que escriba unas determinadas palabras (siempre «a su manera») para evaluar en qué momento alfabético se encuentra. ¡Cuánto trabajo!
Mañana acabaremos nuestras CARTAS DE LOS DESEOS y las dejaremos listas para colgar en nuestro árbol.
Loli Gálvez